Blondie, la mascota de Hitler

Blondie, la mascota de Hitler

Blondi fue el nombre de la pastor alemán de Adolf Hitler, líder del Tercer Reich durante la Segunda Guerra Mundial. Fue un regalo de Martin Bormann, quien era el secretario personal de Hitler, en 1941, cuando Blondi era solo una cachorra. Desde entonces, el perro se convirtió en una constante compañía del dictador nazi.

Blondi era especialmente querido por Hitler y se dice que desarrolló una estrecha relación con él. Hitler solía pasear con Blondi por los jardines de la Cancillería del Reich en Berlín y en la residencia de Berghof en los Alpes Bávaros. Incluso hay fotografías y películas que muestran a Hitler jugando y acariciando a Blondi.

Trágicamente, el destino de Blondi se entrelazó con los últimos días del Tercer Reich. Durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, cuando las fuerzas aliadas se acercaban a Berlín, Hitler se retiró al búnker del Führer bajo la Cancillería del Reich. Durante su estancia en el búnker, Hitler llevó a Blondi consigo.

El 29 de abril de 1945, en el búnker, Hitler ordenó que Blondi fuera envenenada con cianuro. Según los relatos, Hitler quería probar el veneno en su perra antes de usarlo él mismo. La muerte de Blondi simbolizó la desesperación y el final inminente del régimen nazi.

Pocos días después de la muerte de Blondi, el 30 de abril de 1945, Hitler se suicidó en el búnker. La muerte de Blondi y su papel en los últimos días de Hitler han dejado una huella en la historia, siendo considerada una parte trágica y sombría de la narrativa de la Segunda Guerra Mundial.

Esta página web utiliza cookies   
Privacidad