Historia del Origami
Es el arte japonés de plegar papel para crear figuras tridimensionales, tiene profundas raíces culturales y se remonta a siglos atrás. Aunque el origami es más conocido en la actualidad como una forma de arte japonés, su origen exacto es difícil de rastrear debido a la falta de registros escritos.
Se cree que el origami tiene sus raíces en Japón en el siglo XVII, aunque algunos argumentan que su desarrollo puede haber comenzado antes. En sus primeras etapas, el origami estaba relacionado con ceremonias religiosas y festivales en Japón, donde se utilizaban figuras de papel en rituales y ofrendas.
El papel doblado se convirtió en una forma de entretenimiento popular durante el período Edo (1603-1868). En ese tiempo, el papel estaba empezando a ser más accesible y asequible. Surgieron patrones y diseños más elaborados, y el origami se convirtió en una forma de expresión artística más refinada.
Uno de los hitos en la evolución del origami fue el desarrollo del «senbazuru» (千羽鶴), que es la tradición de plegar mil grullas de papel. Esta práctica se popularizó después de la Segunda Guerra Mundial como un símbolo de paz y esperanza. La historia de Sadako Sasaki, una niña japonesa que plegó mil grullas mientras estaba enferma de leucemia, contribuyó a difundir la creencia de que aquel que completa mil grullas tendrá un deseo concedido.
A finales del siglo XIX, el origami comenzó a captar la atención fuera de Japón, particularmente en Europa y América. El arte del plegado de papel se difundió y evolucionó en diferentes direcciones, incorporando diversas influencias culturales y estilos.
En el siglo XX, el origami experimentó un resurgimiento en Japón y en todo el mundo. Artistas como Akira Yoshizawa, considerado el «gran maestro del origami», contribuyeron al desarrollo de nuevas técnicas y formas más complejas. Además, el uso del origami en la ciencia y la tecnología, como el diseño de airbags y técnicas de plegado en ingeniería, ha llevado a una mayor apreciación y aplicación de esta antigua forma de arte.
Hoy en día, el origami sigue siendo un medio artístico popular y se ha convertido en una forma de terapia y educación. La comunidad del origami continúa explorando nuevas posibilidades y empujando los límites de lo que se puede lograr con el simple acto de doblar papel.