Llevar una vida sostenible no es tan caro como crees

Llevar una vida sostenible no es tan caro como crees

El precio de algunos productos elaborados de forma responsable ha creado la percepción de que llevar una vida sostenible es costoso. Sin embargo, la sostenibilidad no solo se trata de comprar productos con etiquetas eco, sino de consumir menos y reducir el impacto ambiental de nuestras acciones, algo que a largo plazo puede resultar incluso más económico.

Estos productos son más costosos debido a los mayores gastos de producción ética y responsable. No obstante, muchas veces estos productos se encarecen también para dar una imagen de estatus y exclusividad.

Irene Gijón Prieto, creadora de La Recolectora, explica que este sobreprecio puede no corresponderse siempre con los costes reales de producción, similar a lo que ocurre con productos de lujo. Esto ha contribuido a la idea errónea de que para ser sostenible hay que gastar mucho dinero.

Según la Organización de Consumidores y Usuarios de España (OCU), los productos ecológicos cuestan de media tres veces más que sus equivalentes de marca blanca. Sin embargo, para llevar un estilo de vida sostenible no es necesario depender exclusivamente de estos productos. Existen muchas maneras de reducir nuestra huella de carbono y el impacto medioambiental sin grandes gastos.

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“¿Es más caro comprar productos ecológicos? En muchos casos sí. Pero ¿es más caro llevar una vida sostenible? No necesariamente”, afirma Gijón Prieto. Llevar una vida sostenible consiste en cambiar de hábitos e intentar reducir el impacto medioambiental de cada una de nuestras acciones.

El término sostenibilidad, acuñado en 1987, hace referencia a satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las del futuro. Esto se relaciona con la economía circular, que busca reducir, reciclar y reutilizar los recursos disponibles. Adoptar un estilo de vida sostenible implica consumir menos y utilizar los productos que ya tenemos.

Existen muchas formas de vivir de manera sostenible sin que se resientan los bolsillos. Para empezar a realizar cambios, es buena idea centrarse en ámbitos donde el impacto ambiental suele ser mayor: la alimentación y el transporte.

Una Alimentación responsable

La alimentación representa el 52% del impacto ambiental del consumo en España. Reducir el consumo de carnes y lácteos, y optar por verduras y legumbres, puede disminuir la huella ambiental y reducir el costo de la compra. Otros consejos incluyen:

  • Priorizar productos locales y de cercanía.
  • Elegir alimentos de temporada.
  • Evitar productos sobreenvasados.
  • Comprar a granel reutilizando recipientes.
  • Comprar las cantidades justas para evitar el desperdicio alimentario.

El Ahorro en el transporte

Utilizar medios de transporte sostenibles como el tren, la bicicleta o caminar es más económico y reduce la huella de carbono. Según un estudio de la Universitat Autònoma de Barcelona, estos medios reducen tanto los gastos internos (como combustible y peajes) como los externos (como accidentes y ocupación del espacio urbano).

Cada vez más personas están comprometidas con un estilo de vida sostenible, pero muchas veces esto no se refleja en su capacidad de gasto. En México, el 70% de los consumidores prioriza marcas que protegen el planeta, pero solo tres de cada diez están dispuestos a pagar más por ellas.

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Para cambiar esta situación, es importante promover la presencia de productos ecológicos en el mercado, reducir sus precios e incentivar su compra mediante políticas públicas. La OCU sugiere reducir los impuestos de estos productos e informar claramente a los consumidores sobre sus beneficios, evitando el ‘greenwashing’.

Llevar una vida sostenible puede ser más económico si cambiamos nuestra mentalidad hacia el consumo crítico y responsable. Usar lo que ya tenemos, consumir menos y optar por productos responsables solo cuando realmente se necesiten, puede ayudar a reducir gastos y el impacto ambiental. Vivir de forma más sostenible, muchas veces, es vivir con menos, y esto puede ser beneficioso tanto para el planeta como para nuestros bolsillos.

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