Los mapas, fuente de inspiración para crear el primer rompecabezas

Los mapas, fuente de inspiración para crear el primer rompecabezas

Los puzles o rompecabezas, al igual que el ajedrez, son herramientas excelentes para el desarrollo cerebral y la prevención del deterioro cognitivo. Estos juegos no solo mejoran la memoria y la atención al detalle, sino que también fomentan la habilidad para resolver problemas. Es por esto que se consideran actividades ideales tanto para las primeras como para las últimas etapas de la vida, además de ser una fuente de entretenimiento. No es sorprendente que los rompecabezas se hayan convertido en uno de los pasatiempos más populares de nuestra sociedad.

Pero, ¿alguna vez te has preguntado dónde y cómo surgió este juego de mesa? La historia está estrechamente vinculada con la figura de John Spilsbury. Si este nombre no te resulta familiar, no te preocupes: a continuación, resolveremos esta incógnita.

John Spilsbury (1739-1769), aprendiz del cartógrafo y editor Thomas Jefferys, geógrafo real de Jorge III del Reino Unido, es conocido como el inventor del rompecabezas. Después de su formación, Spilsbury se estableció en el mundo de la imprenta y creó una editorial de libros infantiles educativos, que también vendía grabados, gráficos, mapas y otros artículos de papelería. Su pasión por la educación lo llevó a buscar métodos innovadores para enseñar geografía a los niños de manera interactiva.

Alrededor de 1766, Spilsbury produjo el primer rompecabezas utilizando un mapa del mundo de madera fina que él mismo fabricó, recortando cada país por sus fronteras. Llamó a estas creaciones «mapas diseccionados». Uno de los primeros ejemplos de estos mapas fue uno de América del Norte y del Sur, diseñado por Spilsbury.

piezas-rompecabezasjpg-1024x576 Los mapas, fuente de inspiración para crear el primer rompecabezas

El éxito de su invento le permitió diversificar las temáticas de sus rompecabezas, produciendo puzles con mapas del mundo, de los continentes (Europa, Asia, África y América), y de algunos territorios del Imperio Británico (Inglaterra y Gales, Irlanda y Escocia). Este origen curioso ha influido en que, incluso hoy, muchos rompecabezas tengan temáticas relacionadas con los mapas.

De los mapas diseccionados al concepto de puzle que conocemos hoy en día, no hay una gran diferencia. Sin embargo, pasaron más de 100 años para que se acuñara el término «rompecabezas». John Spilsbury murió joven, a los 29 años, y aunque su esposa continuó el negocio por un tiempo, eventualmente lo abandonó al volver a casarse.

La idea de aprender mediante piezas sueltas que deben ser ensambladas se popularizó, dando lugar a nuevos contenidos diseccionados y diversificadas temáticas de puzles para todas las edades. El primer uso conocido del término «jigsaw puzzle» en inglés data de 1909, probablemente derivado del tipo de sierra de calar utilizada para recortar las piezas en aquel tiempo. En español, el término «rompecabezas» se convirtió en la traducción más adecuada, reflejando el desafío mental que representan estos juegos.

Además, siempre han sido populares, especialmente en tiempos de necesidad de distracción, como durante la Gran Depresión de 1930 o la pandemia de Covid-19 en 2020. Estos periodos han visto un incremento significativo en las ventas de puzles.

Cabe destacar que el mundo de los puzles cuenta con diversos récords. El Guinness World Records ha reconocido el mayor campeonato de rompecabezas del mundo, que se celebra anualmente en Valladolid, España. También se registran récords como el puzle más grande del mundo y la mayor colección de puzles.

En resumen, los puzles, nacidos de los «mapas diseccionados» de John Spilsbury, han evolucionado significativamente y se han convertido en un pasatiempo global apreciado por personas de todas las edades.

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