Caramelo, en el centro de la polémica por la goleada del PSG al Inter en la final de Champions
La final de la UEFA Champions League 2024-2025 dejó un marcador sorpresivo y un protagonista inesperado. Más allá del contundente 4-0 que el Paris Saint-Germain le propinó al Inter de Milán en el Allianz Arena, el foco de atención en redes sociales en México no solo fue el fracaso del cuadro italiano… sino la presencia de Caramelo.
Este aficionado mexicano, conocido por vestir con sombrero y zarape y por su peculiar historial de «mufas» deportivas, fue nuevamente blanco de burlas y señalamientos luego de que se viralizaran imágenes suyas apoyando al Inter desde las gradas del estadio alemán. La coincidencia entre su presencia y la estrepitosa derrota del conjunto neroazzurro no pasó desapercibida.
¿Un nuevo “salado” internacional?
Para muchos usuarios en redes, Caramelo “repitió la dosis”, pues semanas antes también fue relacionado con la caída del América en la final del Clausura 2025, donde su presencia en el estadio fue seguida por la derrota azulcrema ante Toluca, frustrando el ansiado tetracampeonato.
Ahora, con el Inter de Milán sumándose a la lista, su leyenda como presunto “gafe del fútbol” sigue creciendo. Aunque obviamente se trata de una narrativa humorística dentro del folclor futbolero, la comunidad digital no tardó en atribuirle la caída de los italianos ante el poderoso PSG.
El Inter, irreconocible
Más allá de memes y supersticiones, el Inter mostró una versión totalmente distinta a la que eliminó al Barcelona en semifinales. La zaga fue superada con facilidad, el medio campo desapareció, y la delantera fue inofensiva ante un PSG que jugó con autoridad desde el primer minuto.
La derrota significa no solo perder la oportunidad de sumar una cuarta Champions League, sino también cerrar una temporada con más dudas que certezas sobre el futuro inmediato del equipo.
Caramelo: de figura nacional a meme global
Por ahora, Caramelo sigue sumando apariciones en eventos de alto calibre, aunque para muchos ya representa una especie de mal augurio. Y aunque su influencia real en el resultado es, evidentemente, nula, su figura ya forma parte del folclore del fútbol mexicano… y ahora, también del europeo.
El debate queda abierto: ¿mala suerte, coincidencia o simple mito moderno?
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