Ham, el chimpancé que viajó al espacio

Ham, el chimpancé que viajó al espacio

Ham fue un chimpancé espacial que se convirtió en uno de los primeros seres vivos en viajar al espacio y regresar con vida. Ham fue lanzado al espacio el 31 de enero de 1961 a bordo de la misión Mercury-Redstone 2, un vuelo suborbital llevado a cabo por la NASA como parte del programa espacial estadounidense.

La misión tenía como objetivo evaluar los efectos de la ingravidez en un organismo vivo, preparándose para futuros vuelos espaciales tripulados por humanos. Ham, un chimpancé macho de cinco años entrenado especialmente para la misión, fue seleccionado por su capacidad para realizar tareas simples en respuesta a señales de luz y sonido.

El vuelo de Ham duró aproximadamente 16 minutos y alcanzó una altitud máxima de unos 253 kilómetros. Durante el vuelo, Ham fue sometido a condiciones de ingravidez y realizó diversas tareas, como presionar palancas en respuesta a señales luminosas. Su comportamiento durante el vuelo proporcionó valiosa información sobre cómo los seres vivos podrían adaptarse y funcionar en el espacio.

Ham regresó a salvo a la Tierra a bordo de su cápsula espacial, siendo rescatado por un equipo de la Marina de los Estados Unidos poco después de aterrizar en el océano Atlántico. Su exitoso vuelo demostró la viabilidad de enviar seres vivos al espacio y recuperarlos con vida, allanando el camino para futuras misiones espaciales tripuladas.

Después de su vuelo espacial, Ham vivió en el Zoológico Nacional del Aire y el Espacio Smithsonian en Washington, D.C., donde fue conocido como «Ham el Astronauta». Ham murió en 1983, pero su contribución al programa espacial estadounidense y su papel en la exploración del espacio continúan siendo recordados y celebrados.

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