Preparan la secuela de Un Día Sin Mexicanos
El cineasta y músico Sergio Arau está en proceso de realizar la secuela de su icónica película Un Día Sin Mexicanos, estrenada en 2004. La nueva entrega llega en un momento de tensión migratoria entre México y Estados Unidos, impulsado por las políticas del presidente Donald Trump, quien ha prometido deportaciones masivas de latinos.
Un mensaje con impacto social
Arau, quien también fue fundador del grupo Botellita de Jerez, señaló que su intención no es solo relatar una historia de ficción, sino generar un diálogo profundo sobre la migración y la aportación de los mexicanos en EE.UU..
“Más que una película, quiero que esto provoque una reflexión. Muchos latinos que votaron por Trump ahora ven las consecuencias de su decisión. La presencia de los mexicanos y migrantes en general es clave en la economía y el desarrollo del país”, expresó el director.
Una película que refleja la realidad actual
La primera entrega, que recaudó más de 18.5 millones de pesos en taquilla, fue inspirada en la propia experiencia de Arau como migrante. En esta ocasión, el cineasta y su esposa Yareli Arizmendi, coescritora y actriz de la película original, han abierto un espacio para que migrantes compartan sus historias, las cuales serán integradas en el guion de la secuela.
Una sátira con humor y crítica política
Arau adelantó que Un Día Sin Mexicanos 2 seguirá utilizando el humor como herramienta para exponer problemas serios. “El cine y la comedia nos permiten hablar de lo más grave sin que la gente se cierre a la conversación”, afirmó.
La cinta se encuentra en fase de producción y se espera que el primer tráiler se estrene el 1 de mayo de 2025. Además, el director ha propuesto que, en esa fecha, los mexicanos en EE.UU. se unan en una protesta simbólica, evitando trabajar y dejando de consumir productos estadounidenses, como un recordatorio del impacto de la comunidad latina en la economía del país.
El tema migratorio ha sido un punto de conflicto en diversas administraciones, por lo que Arau confía en que esta película resonará con múltiples generaciones y seguirá impulsando la conversación sobre el valor de los migrantes en Estados Unidos.