Cultivar fresas en casa es más fácil de lo que parece, y con un ingenioso método utilizando botellas plásticas de 5 litros, es posible lograr una producción abundante sin necesidad de un gran espacio.

El primer paso es preparar las botellas, cortando la parte superior para transformarlas en contenedores de cultivo autónomos. Luego, se debe mezclar tierra para macetas y abono en partes iguales, asegurando una mezcla ligera y nutritiva para un óptimo desarrollo.

La variedad de fresas es clave. Se recomienda optar por especies de fructificación continua, como las fresas alpinas, que ofrecen cosechas prolongadas y se adaptan bien a espacios reducidos. Al plantar, es fundamental respetar la separación de 20-25 cm y ubicar la corona de la planta justo por encima del suelo.

Para un crecimiento vigoroso, las fresas deben recibir 6-8 horas de sol diario. Además, el riego regular es esencial, manteniendo la humedad sin encharcar el sustrato. La fertilización cada 4-6 semanas con productos de liberación lenta potenciará la producción.

El cuidado incluye la vigilancia de plagas como pulgones y babosas, preferiblemente con métodos orgánicos. También es recomendable podar los estolones innecesarios para favorecer el desarrollo de los frutos.

Siguiendo estos pasos, cualquier persona puede disfrutar de fresas frescas y deliciosas, incluso en espacios pequeños. ¡Manos a la obra y a cosechar!