El clima no solo afecta a los humanos, sino que también tiene un impacto significativo en los perros. Factores como el viento, las tormentas, el frío, la lluvia y la nieve pueden alterar su estado de ánimo, su comportamiento e incluso su salud. Conocer cómo reaccionan ante estos cambios es clave para garantizar su bienestar.

El viento puede resultar traumático para algunos perros, ya que genera ruidos inusuales y mueve objetos inesperadamente. Esto puede causar estados de alerta, excitación excesiva o reacciones impredecibles durante los paseos. Es fundamental tener paciencia y estar atentos a sus reacciones para evitar sustos o tirones bruscos de la correa.

Las tormentas pueden generar ansiedad en los perros debido a su agudo sentido del olfato y oído. Pueden percibirlas antes de que ocurran, lo que los pone en un estado de inquietud. Para reducir su estrés, es recomendable mantener la calma, evitar reforzar el miedo con un exceso de atención y asegurar que su collar y correa estén bien ajustados para prevenir fugas.

El frío no afecta a todos los perros por igual. Aquellos con pelaje abundante disfrutan de las bajas temperaturas, mientras que los de pelo corto, edad avanzada o con problemas de salud pueden necesitar abrigo. Además, el frío puede intensificar dolores articulares en perros con artrosis y debilitar su sistema inmunológico, favoreciendo infecciones respiratorias. Observar su comportamiento y acudir al veterinario en caso de síntomas sospechosos es esencial.

La lluvia es otro factor determinante. Algunos perros disfrutan de los paseos bajo la lluvia, mientras que otros prefieren evitarla. Tras cada salida, es importante secarlos bien, especialmente en las patas y orejas, para prevenir infecciones. En días de clima adverso, se pueden compensar los paseos reducidos con actividades mentales en casa para mantener su estimulación.

Por último, la nieve puede ser un fenómeno emocionante para los perros, pero también presenta riesgos. La dificultad para percibir olores puede hacer que se desorienten más fácilmente. Si no tienen un buen control de obediencia, es recomendable no soltarlos o asegurarse de que lleven identificación.

Adaptarse a las necesidades de cada perro según el clima es fundamental para garantizar su comodidad y salud. Con medidas simples, se puede lograr que disfruten de cada estación sin contratiempos.